¿El secreto? hay que ser como un minucioso investigador para analizar sus verdaderas cualidades. Vamos a fijarnos en este ejemplo, donde las palabras subrayadas son adjetívos.
Platero es pequeño, peludo,
suave, tan blando por fuera
que se diría todo de algodón
quee no no lleva huesos...
Juan
Ramón Jiménez: “Platero y yo”