CUENTOS

Una de las cosas más difíciles en la escritura es condensar  o simplificar una idea,  ser capaces de expresarla con un mínimo número de palabras, omitiendo los detalles. 

Blaise Pascal (un importante matemático francés) una vez dijo: "Si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta". 

El ejercicio de esta semana servirá para poner a prueba vuestra capacidad de síntesis, consiste en inventar un cuento con un máximo de 30 palabras. ¿Creéis que no se puede hacer? Pues fijaos en el siguiente cuento, que he encontrado en internet: 

Las arañas expusieron en la asamblea que limpiar las telarañas del sótano sería una temeridad, pues éstas apuntalaban el castillo. Todavía se oyen las risas entre los escombros.

PD: Me han gustado mucho vuestras descripciones de Bob Espoja

RETRATO

El retrato es una técnica consistente en combinar rasgos físicos (alto, espigado, gordo, pecoso...) con otros psicológicos (alegre, simpático, taciturno..). Vamos a fijarnos en este ejemplo de Pedro Antonio de Alarcón.

El tío Lucas era más feo que Picio. Lo había sido toda su vida, y ya tenía cerca de cuarenta años. Sin embargo, pocos hombres tan simpáticos y agradables habrá echado Dios al mundo. Lucas era en aquel entonces, y seguía siendo en la fecha a que nos referimos, de pequeña estatura (a lo menos con relación a su mujer), un poco cargado de espaldas, muy moreno, barbilampiño, narigón, orejudo y picado de viruelas.  Luego venía la voz, vibrante, elástica, atractiva; varonil y grave algunas veces, dulce y melosa cuando pedía algo, y siempre difícil de resistir. Llegaba después lo que aquella voz decía: todo oportuno, discreto, ingenioso, persuasivo... 

La tarea de esta semana va a ser más fácil, vais a tener que describir a BOB ESPONJA, podéis descargar el ejercicio aquí (o hacerlo en otra hoja da igual).

CARRIL DE VERBOS

Continuamos con las técnicas básicas para describir algo. Hoy practicaremos los carriles de verbos, que sirven para describir un conjunto de acciones. Para ello nos vamos a fijar de nuevo en Juan Ramón Jiménez, uno de los grandes maestros de la literatura española. 

• Monté en Platero, y, obligándolo con las piernas, subimos, en un agudo trote, al pinar. En llegando bajo la sombría cúpula frondosa, batí palmas, canté, grité. Platero, contagiado, rebuznaba una vez y otra, rudamente. Y los ecos respondían, hondos y sonoros, como en el fondo de un gran pozo. Los pájaros se fueron a otro pinar, cantando.

                                                                                  Juan Ramón Jiménez: “Platero y yo”





Para practicar esta técnica podéis descargaros el siguiente documento: https://drive.google.com/file/d/0BzCmckq5ppf0Tnp3MGRma2M4TTg/edit?usp=sharing