martes, 25 de febrero de 2014

ONOMATOPEYAS

Además de imaginar, inventar, tener grandes ideas, la mayor parte de las veces escribir se parece al trabajo de un orfebre que cincela cada palabra, cada frase, casa ruido. Hoy vamos a tratar de describir ambientes sonoros: las campanas de una iglesia, el ruido de tráfico en la calle, ruidos de animales... para ello usamos palabras como: tilin-tilan, pi-pi, brum-brum, miau, guau, kikiriqui... este tipo de palabras que tratan de imitar los sonidos de la naturaleza, los animales, las personas o las cosas se llaman onomatopeyas. Vamos a fijarnos en un excelente ejemplo de Antonio Machado:



En mi estancia, iluminada
por esta luz invernal,
—la tarde gris tamizada por la lluvia y el cristal—,
sueño y medito.
Clarea el reloj arrinconado,
y su tic-tic, olvidado
por repetido, golpea.
Tic-tic, tic-tic... Ya te he oído.
Tic-tic, tic-tic... Siempre igual,
monótono y aburrido.
Tic-tic, tic-tic, el latido
de un corazón de metal.


Os propongo ahora describáis CÓMO ES UN RECREO EN NUESTRO COLEGIO, para ello deberéis utilizar el mayor número de onomatopeyas posibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario